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En 1954, Ley Fong se trasladó junto a su familia a la ciudad de Culiacán, la capital del estado de Sinaloa.

Este inmigrante chino, estaba interesado en invertir sus ahorros en un negocio que le permitiera generar riqueza, por esta razón compró un modesto establecimiento situado en el viejo centro de la ciudad.

Esta decisión determinó el surgimiento de la actual cadena de autoservicios. En la actualidad la insignia rojo-y-blanca trapezoidal de Casa Ley tiene presencia en más de 60 ciudades o municipios de la República.

A partir de esta compra, todo se tradujo para la familia Fong en años de esfuerzos y sacrificios, de mucha laboriosidad, de esta manera fueron creando la imagen de la empresa.

Cuando el negocio avanzaba, la vida de Juan Ley Fong, hombre honesto y trabajador, llegó a su fin el 26 de marzo de 1969. Ante la ausencia física de su padre, su primogénito Juan Manuel, asume el control del negocio familiar.

En 1970 Juan Manuel abre el primer supermercado de Ley en Culiacán. La cadena creció lentamente durante toda una década. En un viaje por San Francisco, Juan Manuel conoció a Peter Magowan, dueño de la cadena de supermercados de Safeway. Los dos hombres se hicieron buenos amigos y en 1981 Safeway compró el 49 por ciento de Casa Ley. Con la inyección de nuevos fondos, la cadena entró en un período de extensión rápida.

De esta manera Juan Manuel, el primogénito de Ley Fong, construyó la cadena líder de tiendas en el Noroeste de México, ya con presencia nacional.

Esta Organización en la actualidad es la cadena de supermercados más importante del Noroeste de México, gracias a sus excelentes productos y la calidad de su servicio.

La misión de esta compañía es contribuir al bienestar de las familias mexicanas satisfaciendo sus necesidades de consumo, a través de la mejor oferta de productos y de una mejora constante en el servicio, en apego a su filosofía de ofrecer siempre “Más Cosas a Mejores Precios”.

Casa Ley se esmera día a día por ser la cadena de tiendas de autoservicio multiformato con los mayores niveles de utilidad, productividad y eficiencia, a través del ejercicio de procesos adecuados a las necesidades de sus clientes, la ejecución de las mejores prácticas de administración de categorías, el desarrollo de marcas propias y la mejora continua en educación de nuestros colaboradores, para alcanzar así estándares superiores de servicio al consumidor.